El 2024 marcó un punto de inflexión en el mercado inmobiliario, con una notable evolución impulsada por la adopción de tecnología y la implementación de prácticas más sostenibles e inclusivas.
Tecnología como motor del cambio
La incorporación de tecnología en el sector inmobiliario no solo mejoró la eficiencia operativa, sino que también transformó la experiencia de los usuarios y optimizó la toma de decisiones gracias al análisis de datos.
Según una encuesta global realizada por JLL, más del 80% de los actores del mercado planean aumentar sus inversiones en tecnología en los próximos tres años. Esto ha generado beneficios tangibles como la reducción del consumo de agua y energía, una mejor gestión de residuos y la adopción de materiales innovadores como concretos filtrantes y sistemas de captación de agua.
Nearshoring y demanda industrial
El nearshoring ha sido una de las tendencias más destacadas, impulsando una alta demanda en el desarrollo de parques industriales adaptados a criterios sostenibles. Tecnologías como los vasos captadores de agua y el adopasto están revolucionando el diseño de estos espacios, haciéndolos más eficientes y reduciendo costos operativos.
Auge de los Data Centers
Dinamismo en el sector hotelero
Y el turismo no se quedó atrás en esta ola de transformación. Entre 2024 y 2026, México verá la inauguración de 10 nuevos hoteles, con más de 3,300 habitaciones, particularmente en destinos de playa como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos. Estas inversiones están orientadas a ofrecer experiencias únicas a los huéspedes, con financiamiento bancario disponible para cubrir hasta el 50% de los costos.
Inclusión y diseño universal en oficinas
El diseño inclusivo ganó relevancia en proyectos de oficinas, promoviendo espacios accesibles y seguros para todos, incluidas las personas con discapacidad. Este enfoque no solo fomenta la equidad, sino que también mejora la productividad y el bienestar de los trabajadores, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, como infraestructuras resilientes (ODS 9) y ciudades sostenibles (ODS 11).
Un futuro eficiente y humano