El acceso a la vivienda sigue siendo una prioridad para muchas familias en México, y la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) destaca el papel fundamental que desempeña el financiamiento hipotecario para hacerlo posible.
Tan solo en los últimos años, el mercado hipotecario en el país ha mostrado un crecimiento sostenido. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en 2023 el saldo total de la cartera de créditos hipotecarios superó los 2.5 billones de pesos, un 8.5% más que el año anterior. Esto refleja la confianza tanto de las instituciones financieras como de los ciudadanos en el sistema de financiamiento de vivienda.
Actualmente la AMPI es presidida por Karim Antonio Oviedo Ramírez, quien destaca la importancia de contar en México con un sistema de financiamiento hipotecario robusto, transparente y al alcance de todos.
No obstante, persisten desafíos. Según la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), solo el 35% de los mexicanos tiene acceso a un crédito hipotecario formal, debido en gran parte a la falta de educación financiera, los requisitos de ingresos y el temor al endeudamiento. Para abordar esta problemática, la AMPI trabaja en conjunto con bancos, desarrolladores y autoridades para promover estrategias que amplíen las oportunidades de financiamiento.
De acuerdo con la AMPI, el 70% de los compradores de vivienda en México tienen entre 25 y 40 años, por lo que recomienda explorar opciones como los créditos del Infonavit, Fovissste y la banca privada, que ofrecen tasas fijas y plazos accesibles. Además, destaca la importancia de comparar diferentes opciones, destinar un porcentaje adecuado del ingreso mensual al pago del crédito y contar con asesoría profesional para tomar decisiones informadas.
En 2024, el sector hipotecario otorgó 505,600 millones de pesos en créditos, con la banca como principal otorgante con el 54% del total, seguida por el Infonavit con el 40% y el Fovissste con el 6 por ciento. Los estados con mayor colocación de créditos fueron Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Querétaro.