Prieto destacó que, si bien los altos niveles de inflación y las tasas de interés elevadas han impactado el ritmo de colocación, el crédito hipotecario sigue siendo uno de los productos financieros más estables del sistema bancario.
La directiva subrayó que, en este contexto, los bancos han reforzado su papel como facilitadores del patrimonio de las familias mexicanas, con opciones que permiten acceder a crédito en condiciones seguras y transparentes.
Y en el caso de Scotiabank, la entidad ha impulsado soluciones personalizadas, como productos con tasas fijas a largo plazo, esquemas de cofinanciamiento con el Infonavit y planes para segunda vivienda o inversión patrimonial.
Con lo que respecta a la dinámica del mercado, Prieto señaló que la demanda de vivienda permanece firme, sobre todo en segmentos medios y residenciales, impulsada por el bono demográfico y la necesidad de espacios propios que se consolidó tras la pandemia.
No obstante, advirtió que el reto principal está en la capacidad de compra, ya que los ingresos no crecen al mismo ritmo que los precios de las viviendas. Frente a ello, los bancos han buscado ofrecer mayor acompañamiento financiero y asesoría, ayudando a los clientes a tomar decisiones informadas y sostenibles.
Prieto también destacó la importancia de la educación financiera y la planeación patrimonial para fomentar un acceso más responsable al crédito. “Un crédito hipotecario debe verse como una inversión a largo plazo que se construye con disciplina, información y apoyo de especialistas”, apuntó.
“Estamos ante un mercado resiliente, con bancos sólidos y clientes cada vez más informados. Eso garantiza que el crédito hipotecario seguirá siendo un motor clave del sector vivienda y del crecimiento económico de México”, concluyó.