Los tres riesgos con mayor probabilidad de materializarse actualmente en las empresas de México son los ataques cibernéticos (55%), la escasez de insumos clave (47%) y la inseguridad y falta de estado de derecho (42%), de acuerdo con la percepción de la Alta Dirección sobre los riesgos de su entorno.
Así lo revela el estudio ‘Riesgos en México 2022. Anticipando rutas de crecimiento’ realizado por KPMG en México, y que identifica amenazas a corto y mediano plazo, y el grado de conciencia en el enfoque de gestión de las compañías, además de las herramientas que utilizan.
La preocupación de los ataques cibernéticos está ligada al entorno de transformación digital; la escasez de insumos refleja los impactos en las cadenas de suministros; la inseguridad y falta de estado de derecho pueden ocasionar ineficiencias en los flujos de trabajo, además de elevar los costos por necesidad de invertir en seguridad.
Asimismo, el estudio muestra una posible materialización de estos y otros riesgos empresariales con efectos como restricción en la liquidez y el capital de trabajo (46%), pérdida de clientes (44%) y cambios organizacionales o de estructura (40%).
Por otro lado, la posible materialización de riesgos empresariales tendrá efectos como impactar en la liquidez y el capital de trabajo (46%), la pérdida de clientes (44%) y cambios organizacionales o de estructura en las compañías (40%).
Juan Carlos Resendiz, socio líder de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Cumplimiento de KPMG en México, dijo que cada vez hay mayor conciencia empresarial sobre la relevancia de analizar los riesgos del entorno, así como los impactos y oportunidades que generan.
A la par de estos resultados, se indicó que nueve de cada 10 empresas (90%) afirman que los riesgos a su estrategia se mantendrán o aumentarán en los siguientes tres años; cuatro de cada 10 empresas (42%) llevan más de cinco años realizando evaluaciones de riesgo.
La madurez de las organizaciones también se ve reflejada en el involucramiento del Consejo de Administración, pues 35% menciona que éste aprueba el plan de gestión de riesgos y 22% afirma que sí toma el liderazgo en la ejecución del programa de riesgos.
Respecto a cómo se efectúan los procesos, 34% de las empresas utiliza herramientas tecnológicas de gestión de riesgo empresarial, un 70% ejecuta soluciones automatizadas y 39% emplea hojas de cálculo; 24% no utiliza ninguna herramienta, aunque planea invertir en una y 42% no tiene planes de hacerlo.