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El modelo B2Me impulsa una nueva era en la relación entre marcas y consumidores, donde la inteligencia artificial permite ofrecer experiencias hiperpersonalizadas, anticipar necesidades y fortalecer la fidelidad del cliente, siempre con ética y responsabilidad en el uso de datos.

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La inteligencia artificial ya no solo se trata de eficiencia operativa o automatización. Hoy, está cambiando por completo la manera en que las empresas se relacionan con sus consumidores. Bajo este nuevo enfoque, conocido como B2Me (Business to Me), las marcas están dejando atrás el modelo tradicional de negocio a cliente (B2C) para enfocarse en ofrecer experiencias hiperpersonalizadas, únicas para cada persona.

 

El concepto B2Me se basa en adaptar productos, servicios y mensajes de forma específica a los gustos, necesidades, emociones y comportamientos de cada consumidor, usando tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización, la analítica avanzada y asistentes virtuales.

 

“Los consumidores de hoy quieren experiencias fluidas, inteligentes y personalizadas en cualquier plataforma o dispositivo. Para lograrlo, la IA debe ser adaptable y aprender constantemente”, explicó José Ambe, CEO de Logística de México (LDM), firma especializada en cadena de suministro y consultoría logística.

Permite la IA a las empresas analizar datos de navegación, historial de compras, reseñas en línea y hasta el tono de comentarios en redes sociales para detectar patrones y anticiparse a lo que el cliente desea. De esta forma, pueden recomendar productos, diseñar campañas más efectivas y hasta mejorar tiempos de entrega o disponibilidad en inventario.

 

 

Y los datos respaldan este cambio. Un estudio de Infobip reveló que 49% de los consumidores realizan compras impulsivas tras una experiencia personalizada, mientras que McKinsey indica que 78% de los usuarios volverían a comprar de una marca si reciben contenido adaptado a sus intereses. Por el contrario, 4 de cada 10 personas han dejado de comprar a una empresa por una mala personalización, según Accenture Strategy.

 

Además de recomendaciones personalizadas, la IA está creando experiencias inmersivas a través de realidad aumentada o asistentes virtuales capaces de comprender contexto, emociones y ejecutar tareas complejas, elevando así el nivel de atención al cliente.

 

David Lati, CRO de LDM comentó que: “La inteligencia artificial ha transformado la logística al permitir a las empresas adaptar productos y servicios a las demandas de los consumidores mediante la recopilación y análisis de datos. La personalización extrema se establece como un pilar fundamental, anticipando necesidades y ofreciendo soluciones a medida para satisfacer a los clientes más exigentes”.

Bajo este nuevo paradigma, la ética en el uso de los datos, la transparencia y la privacidad se vuelven tan importantes como la tecnología. La hiperpersonalización debe ir de la mano con responsabilidad, sin sesgos ni riesgos para los consumidores.

 

El futuro del comercio ya no es solo digital: Es profundamente personal.