En junio, en particular, tomando en cuenta las cifras mensuales (desestacionalizadas) se observó una contracción de la inversión en el sector construcción de -3.2% respecto a mayo, lo que significó la interrupción a meses consecutivos de alza.
Al interior del sector, los 2 subcomponentes que lo integran mostraron notable deterioro: el gasto residencial se contrajo -4.64% mensual, para ser su segunda caída en el año; mientras que la inversión no residencial moderó ligeramente su descenso a -2.9% mensual.
Durante el primer semestre de 2023 la inversión en el sector construcción creció 17.9% a tasa anual y mantenía una tendencia ascendente por lo que en el cierre de todo el ciclo anual (enero-diciembre) se registró un ritmo de crecimiento de 20.8%, lo que muestra la desaceleración que se presentó a lo largo de la primera mitad de 2024 y que probablemente se profundizará en el segundo semestre.
En Banco Base, sus analistas opinan que la inversión en el sector está siendo afectada por “el menor gasto público que impacta la construcción no residencial, previo a la entrada de la nueva administración. Considerando estos puntos, es probable que los datos de inversión del segundo semestre sigan mostrando deterioro”.
Agregaron que la incertidumbre por el cambio de gobierno y la probable aprobación de reformas constitucionales afecta la construcción residencial y no residencial (que incluye construcción del sector industrial).
Seguimos anticipando una mayor desaceleración del gasto en obras de ingeniería civil conforme se van completando obras insignia del gobierno federal.