El peso cerró julio con una apreciación de 3.18% o 73.1 centavos, cotizando alrededor de 22.26 pesos por dólar, tocando un mínimo de 21.8502 y un máximo de 22.8984 pesos, mostrando una volatilidad anualizada de 20.2%. La apreciación del peso fue resultado de un debilitamiento sostenido del dólar estadounidense frente a la mayoría de sus principales cruces, con el índice ponderado del dólar cayendo 3.36% en el mes hasta su nivel más bajo desde julio de 2018.
La debilidad del dólar durante el mes se debió principalmente a la expectativa de una política monetaria acomodaticia en Estados Unidos durante un periodo de tiempo prolongado, debido a la evidencia de que la economía probablemente se recuperará a un ritmo lento. Asimismo, durante el mes, los casos de coronavirus tuvieron un repunte, principalmente en Estados Unidos, contrastando con otras economías avanzadas de Asia y Europa en donde se logró un mejor control de la pandemia. En consecuencia, el mercado redujo sus posiciones a favor del dólar, permitiendo que divisas como el euro y la libra esterlina se apreciaran.
En el mes, el euro registró una apreciación de 4.84%, cotizando en 1.1778 dólares por euro, siendo su mayor avance mensual desde septiembre del 2010. En el mes, el euro alcanzó un máximo de 1.1909 dólares por euro, su mejor nivel desde mayo de 2018. Por su parte, la libra registró una apreciación de 5.56%, cerrando en 1.3091 dólares por libra, su mayor avance mensual desde mayo de 2009.
Otras divisas que registraron una apreciación importante fueron el franco suizo, que se apreció 3.48%, tocando un nivel de 0.9056 francos por dólar, su mejor nivel frente al dólar desde enero de 2015. En Asia, el yen japonés registró una apreciación de 1.94%, cotizando en 105.84 yenes por dólar, siendo su mejor mes desde agosto de 2019. Finalmente, entre las divisas latinoamericanas, se destacó el peso chileno con una apreciación de 7.73% hasta 757.73 pesos chilenos por dólar, avanzando a la par del precio del cobre que ganó 6.95% en el mes a 6,442 dólares por tonelada métrica, acumulando un avance de 30.03% en los últimos cuatro meses.
En la última semana del mes se frenó el optimismo de los mercados. Tan solo en la sesión del viernes el peso se depreció 1.09% o 23.98 centavos, debido a dos factores:
- El nerviosismo en Estados Unidos después de que la Casa Blanca anunció que envió 4 diferentes ofertas para estímulos, ninguna de las cuales ha sido bien recibida. Mañana vence el estímulo del de apoyo por desempleo pandémico dentro del Cares Act y no han podido ponerse de acuerdo republicanos y demócratas.
- Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico dijo en entrevista que las tasas reales podrían irse a terreno negativo en México, lo cual fue entendido por el mercado como un tono acomodaticio y cómo una mayor probabilidad de recortes más acelerados en tasa de interés. Los recortes en tasa incentivan al consumo y la inversión, pero disminuyen el diferencial con EUA desincentivando la entrada de inversión extranjera de cartera.
Cabe destacar que México tiene una tasa de referencia nominal de 5%, que al restarle el dato de inflación de la primera quincena de julio de 3.59%, resulta en una tasa real de 1.41%, siendo aún de las más altas a nivel global. Sin embargo, a algunos participantes del mercado les preocupa que la inflación subyacente continúe en niveles altos y que recortes más acelerados resulten en presiones inflacionarias, ocasionando un panorama de holgura económica y alta inflación conocido como estanflación.
Cabe destacar que, en el mes, específicamente entre el 30 de junio y el 28 de julio, las posiciones especulativas netas a favor del peso mostraron una fuerte disminución de 48.16% o 10,092 contratos, cada uno de 500 mil pesos, ubicándose en 10,864 contratos.