Tras la victoria de Javier Milei como nuevo presidente de Argentina, los analistas afirman que la inflación que vive la economía del país no disminuirá inmediatamente, incluso el político, al definir sus primeras medidas de gobierno, señaló que controlar la elevada inflación le tomará entre 18 y 24 meses.
En relación con el futuro económico de Argentina bajo el liderazgo de Milei, Guillermo Escudero, Gerente de Alianzas de CryptoMarket, mencionó que, a corto plazo, es improbable que los problemas estructurales y la alta inflación desaparezcan de manera inmediata.
Y a pesar de un posible cambio que podría generar expectativas positivas en los precios de mercado, la economía argentina, marcada por una inflación interanual de 142.7%, plantea desafíos que no se resolverán de un día para otro, dijo el experto en alianzas estratégicas globales.
En cuanto a la propuesta de la desaparición del Banco Central, aunque suene difícil de creer, plantea implicaciones complejas, como la pérdida de soberanía monetaria y la dependencia de decisiones externas. Además, resaltó el crecimiento del sector bancarizado y fintech, brindando fácil acceso al mercado cripto sin restricciones.
Para Ivan Paz, CEO de Trading Different, compartió su perspectiva sobre el papel que van a tener las criptomonedas, especialmente Bitcoin. Aunque este mercado se relaciona más con una demanda internacional, el crecimiento económico que se puede producir en Argentina creará una sociedad con mayor capacidad de ahorro para inversiones.
Asimismo, considera la importancia de las nuevas políticas económicas que además de abrir las puertas a la dolarización, también lo harán para la libre competencia de moneda. La cual colaborará para que surjan oportunidades para Bitcoin y la posibilidad de igualar modelos exitosos de adopción como el de El Salvador.
Cabe recordar que Milei prometió una ‘terapia de shock’ económico para equilibrar el presupuesto del Argentina en 2024 en un esfuerzo por evitar la hiperinflación y de que el país entre en recesión. Dicha terapia consiste en recortar drásticamente el gasto público porque no hay dinero.
No hacerlo aumentaría aún más los precios al consumidor, dijo el presidente electo tras ganar, que ya se están disparando más de 140% al año, su ritmo más rápido desde que la nación sudamericana salía de su último episodio de hiperinflación a principios de los 90.
/Con información de es.cointelegraph.com y Bloomberg/