Sin embargo, el verdadero desafío radica en consolidarse como un jugador predominante en la producción de bienes con mayor valor agregado.
De acuerdo con un análisis de Intercam, uno de los principales obstáculos es la insuficiencia en infraestructura clave, como la eléctrica, hídrica y logística, así como la falta de un crecimiento acelerado en espacios industriales. A pesar de la creciente demanda, la oferta de infraestructura no ha avanzado al mismo ritmo.
Las nuevas inversiones extranjeras han perdido dinamismo, y se observa un retroceso, con un mayor énfasis en la reinversión de utilidades para aumentar la capacidad productiva de las empresas ya establecidas.
Los analistas de la institución financiera consideran que, no obstante, es innegable que México se ha consolidado como el principal socio comercial de Estados Unidos, manteniendo una posición privilegiada en el ámbito exportador. A pesar de la incertidumbre actual, el país sigue ofreciendo ventajas competitivas, como mano de obra calificada y costos industriales más accesibles en comparación con la frontera sur de Estados Unidos.
Por lo pronto, de acuerdo con información de la Secretaría de Economía, del 1 de enero a septiembre de 2024, se han identificado 209 anuncios de inversión extranjera directa por un total estimado en 64 mil 703 millones de dólares (mdd). A estas inversiones se suman los 110 mil 744 mdd que fueron anunciados en el 2023.
La dependencia prevé que estos recursos productivos se materialicen en el país en los siguientes dos o tres años y generarán cerca de 100 mil empleos.