El último trimestre de 2024 presenta un panorama económico mixto para México, caracterizado por avances en algunos sectores y desafíos en otros, según análisis de diversas instituciones financieras. La clave será consolidar los avances actuales y gestionar los riesgos internos y externos para mantener un crecimiento sostenible.
Luego de la revisión del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre para acumular de enero a septiembre un crecimiento anual de 1.8%, la economía del país presenta señales encontradas.
A continuación, se desglosan los puntos clave desde las perspectivas de Banorte, BX+, Monex y Citibanamex.
Lo positivo: impulso en consumo y actividades clave
Analistas de Banorte destacan los resultados favorables de El Buen Fin y el posible repunte en categorías como turismo y entretenimiento, que podrían romper con la volatilidad de trimestres previos. Por su parte, en Monex opinan que el dinamismo observado en actividades secundarias y primarias durante el tercer trimestre, consolidándose como motores de crecimiento hacia el cierre del año.
Los desafíos: incertidumbre e inversión
A pesar de los avances, los retos persisten. En Banorte advierten sobre un panorama incierto en la construcción, con expectativas de mayor dinamismo en 2025, y un desempeño industrial condicionado por la actividad económica de Estados Unidos. Además, la inflación no subyacente podría presionar los recursos de los hogares.
BX+ destaca la desaceleración en la inversión fija bruta, influenciada por la contracción en obra pública y los costos financieros elevados, sumados a una creciente incertidumbre por las reformas constitucionales y el proceso electoral en Estados Unidos. Estas condiciones también impactan la inversión privada, según Citibanamex, que prevé un debilitamiento adicional ante niveles altos de tasas de interés y un panorama político interno deteriorado.
Proyecciones de crecimiento y perspectivas
El nearshoring como oportunidad en el horizonte
Un punto de coincidencia entre las instituciones es el potencial del nearshoring. Citibanamex lo identifica como un riesgo para 2025, ya que su impulso podría contrarrestar algunos de los efectos negativos asociados a la desaceleración económica y la incertidumbre política.