En su misiva dirigida al gobierno mexicano, Trump justificó la medida aduciendo que, aunque México ha cooperado en el control migratorio y en acciones contra el fentanilo, no ha hecho lo suficiente para detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos. También amenazó que en caso de que México responda con medidas similares, el porcentaje del arancel se incrementará.
Al respecto, Gabriela Siller, director de análisis de Banco Base, señaló que “de acuerdo a los datos de comercio de Estados Unidos hasta mayo, el 83% de las importaciones de Estados Unidos desde México no están pagando arancel, lo que no tiene lógica, porque solamente el 47% cumple con el T-MEC y en teoría sería lo único que estaría exento de arancel”.
La analista considera que, aunque las cifras están reportadas hasta el mes de mayo y podrían ser actualizados en los meses posteriores, la evidencia hasta ahora revela que Estados Unidos no está cobrando los aranceles a México al pie de la letra, “que hasta mayo solo ha sido una narrativa política, pero que es muy peligrosa porque de un día para otro pueden cobrar dichos aranceles”.
Agregó que además de buscar lograr sus objetivos en materia de migración y narcotráfico, también es una presión para la revisión del T-MEC.
Paralelamente, Trump anunció el mismo arancel para la UE, citando un déficit comercial persistente como amenaza para la seguridad nacional.
Los bloques económico-políticos europeos, por su parte, han comenzado a preparar respuestas diplomáticas y comerciales. Bruselas advirtió que implementará represalias por hasta 20 mil millones de euros, en caso de concretarse los aranceles.
Reacción de México
La mañana de este sábado 12 de julio, en un comunicado conjunto entre la Secretaría de Economía y de Relaciones Exteriores, señalaron lo siguiente: “Informamos que el viernes 11 de julio una delegación mexicana de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguridad Pública y Energía se reunió con los departamentos de Estado, de Comercio y de Energía, además del Consejo de Seguridad Nacional y la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos para instalar la mesa de trabajo permanente binacional en la que serán desahogados los principales temas de la relación. La mesa fue convocada por el Departamento de Estado y tendrá la asistencia de todas las instancias que participan en los distintos asuntos”.
Precisó el comunicado que “se convino que la primer gran tarea de la mesa permanente binacional será conducir los trabajos para que antes de esa fecha (1 de agosto) tengamos una alternativa que permita proteger empresas y empleos en ambos lados de la frontera. Resulta muy relevante haber establecido desde el 11 de julio la vía y el espacio necesarios para resolver cualquier posibilidad de que entren en vigor nuevos aranceles el 1° de agosto. Es decir, México ya está en negociaciones”.