Los analistas del sector privado comenzaron diciembre ajustando a la baja sus previsiones de crecimiento, reflejando un entorno menos dinámico tanto en la actividad interna como en los factores externos que influyen en la economía mexicana.
De acuerdo con la “Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado” que publicó este inicio de diciembre Banco de México (Banxico), el pronóstico de crecimiento para el presente año se corrigió a la baja en 10 puntos base.
De acuerdo con analistas de Monex, el PIB de México se desaceleró en el tercer trimestre donde la actividad industrial prevaleció en una profunda contracción, encabezadas por la construcción y las manufacturas, mientras que los servicios reflejan una notoria atonía.
Bajo este escenario, el pronóstico de esta institución ubica al PIB del año en curso con un crecimiento de 0.5 por ciento. Sin embargo, “derivado de una menor fortaleza de la demanda interna, una reducción del gasto público y una desaceleración de la economía de Estados Unidos, hacia el cierre de 2026 esperamos un crecimiento del 1.3 por ciento”.
Por su parte, en BX+, Alejandro Saldaña, economista en jefe de la institución, señaló que prevén una modesta recuperación para 2026 por la combinación de la revisión T-MEC en primera mitad del año, el crecimiento esperado para el PIB de Estados Unidos de 1.8%, continuidad de la consolidación fiscal, la persistencia de incertidumbre por cambios al marco institucional.
Los pronósticos de BX+ para el cierre de 2025 son un incremento de 0.5% PIB crecería 0.5% y de 1.5% para 2026.
De acuerdo con la encuesta de Banxico, entre los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México destacan: “los principales factores se asocian con la gobernanza (40%); las condiciones externas (25%); y las condiciones económicas internas (25%)”.
En este contexto, los analistas coinciden en que el margen de maniobra para la economía mexicana dependerá de la recuperación del mercado interno, la estabilidad regulatoria y la evolución de Estados Unidos en los próximos meses. Aunque los escenarios para 2026 apuntan a una leve mejora, el panorama general exige prudencia, seguimiento cercano y políticas que fortalezcan la confianza y el crecimiento sostenido.