Según el reporte Renewable Energy Country Attractiveness Index (RECAI) que elaboró la firma Ernst & Young, México cayó a la posición 33 de 40 países analizados en ese índice, cuando en 2015, México ocupó el lugar 7 a nivel mundial.
En el nuevo ranking de 2021, Estados Unidos lidera con el primer lugar, debido a que el presidente Joe Biden inició una nueva etapa energética para abandonar los combustibles fósiles y reincorporarse al Acuerdo de París.
A Estados Unidos le siguen China, India, Reino Unido, Francia, Australia, Alemania, Japón, Países Bajos y España; por regiones, México ocupó el cuarto lugar en Latinoamérica, por debajo de Brasil (11° lugar), Chile (12° lugar) y Argentina (23° lugar).
En un despacho de El Financiero, Alfredo Álvarez, socio líder del segmento de energía de la firma EY, señaló que la metodología evaluó dos factores: los recursos naturales de un país y las políticas gubernamentales.
Lo que provocó la pérdida de interés para invertir en México es el ambiente legal y regulatorio, dijo, fue la incertidumbre en torno al respeto al Estado de Derecho, debido a las negativas del autollamado Gobierno de la Cuarta Transformación para implementar energías verdes, y en cambio, impulsar el petróleo y gases contaminantes, lo que ha hecho a México “perder posiciones a pasos agigantados”, indicó.
Agregó que durante 2015, México fue de los 10 países más atractivos para invertir, “pero ahora habría que ver quién es el valiente que se anima a hacer una nueva planta”.
Dijo que en su momento, México bajó los precios de las energías renovables, y como ejemplo citó el caso de la empresa Enel Energía que subastó el megawatt/hora en 35 dólares, y en una tercera subasta se llegó a 20 dólares por megawatt/hora, que fueron los precios más baratos del mundo, tanto eólico como solar, situación que ahora es impensable.
Con información de El Financiero