En el verano, cuando el uso de electricidad se dispara por el calor, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) implementa una serie de acciones clave para garantizar que no haya interrupciones en el servicio y que la energía fluya de manera continua en todo el país.
Por ejemplo, el 9 de junio, cuando se alcanzó la demanda máxima del año en el Sistema Interconectado Nacional (SIN) —52,945 megawatts—, el margen de reserva fue del 9.69%, lo que permitió atender sin contratiempos el pico de consumo. Casos similares se dieron en regiones como Baja California, donde el margen fue de 17.25%, y en la Península de Yucatán, con 10.1 por ciento.
¿Cómo se logra mantener este equilibrio?
La estrategia de la CFE incluye medidas preventivas y de respuesta rápida, entre ellas:
- Mantenimiento anticipado de plantas generadoras en épocas de bajo consumo, como el invierno. Este año se realizaron 270 mantenimientos que abarcan más de 27 mil megawatts, más de la mitad del consumo diario del país.
- Planificación eficiente del uso de combustibles para asegurar el suministro durante los meses de mayor demanda.
- Evitar maniobras de alto riesgo durante las horas pico, protegiendo así la operación de las plantas.
- Uso de plantas de reserva, que, aunque no están contempladas en el margen de operación del CENACE, están listas para entrar en acción si es necesario. Esto añade hasta un 7% más de capacidad disponible.
- Reactivación de unidades fuera de servicio, que incrementan el margen de reserva.
- Puesta en marcha de nuevas plantas, como las de ciclo combinado Salamanca, Villa de Reyes y Mérida IV.
- Mejoras a la infraestructura, como la energización de un nuevo autotransformador en Chiapas, que refuerza la red en el sureste del país.
- Mantenimiento intensivo a las redes de transmisión y distribución, para reducir fallas y mejorar la calidad del servicio.
Un verano con luz asegurada
Gracias a esta planeación y al esfuerzo técnico de la CFE, el país cuenta con un sistema eléctrico sólido que responde con eficiencia a las altas demandas del verano. Así, millones de hogares, comercios e industrias pueden seguir operando con normalidad, incluso en los días más calurosos del año.