El gobierno federal anunció que en septiembre iniciará la construcción de dos nuevos tramos ferroviarios de pasajeros: Querétaro–Irapuato y Saltillo–Nuevo Laredo, como parte del esfuerzo por conectar el centro con el norte del país mediante una red nacional de trenes.
Con lo que respecta a la ruta Saltillo–Nuevo Laredo, actualmente están en curso dos procesos: Uno para 100 kilómetros entre Unión San Javier y Arroyo El Sauz, y otro para 117 kilómetros que van de Derramadero a Santa Catarina, en Nuevo León.
A estas obras se suma la próxima licitación para la adquisición de 15 trenes eléctricos destinados a la ruta Ciudad de México–Pachuca, específicamente para el trayecto entre la estación Buenavista y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Estos trenes, con capacidad para más de 700 pasajeros y una velocidad de hasta 130 km/h, están pensados para atender una demanda estimada de 100 mil usuarios diarios.
Estos proyectos forman parte del Sistema Nacional de Trenes de Pasajeros, una nueva política de movilidad que busca fortalecer la conectividad regional y recuperar la infraestructura ferroviaria como alternativa de transporte público. Su impulso fue respaldado por la reforma a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, aprobada el 26 de junio, que establece como prioridad constitucional el transporte de personas por tren.
Durante la conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que estas obras buscan devolver al Estado la capacidad de construir infraestructura pública esencial. “Estamos recuperando las capacidades del Estado mexicano para transportar al pueblo de México tanto en ferrocarril como en avión”, afirmó.
Con estos desarrollos, el gobierno busca no solo modernizar la movilidad en el país, sino también consolidar una red ferroviaria nacional que una regiones clave, impulse el desarrollo económico y amplíe las opciones de transporte para la población.