En los últimos meses, el retailer de origen chileno anunció el cierre de tiendas en los distintos países donde opera, como en Chile, Perú y Colombia, incluso liquidó sus locales físicos en Argentina en 2021.
Y tras la caída de 86% en sus utilidades de 2022, en el mercado opinan que la cadena está perdiendo ‘su toque’ con el cliente y que la catapultó por años como el principal retailer en Chile y en Latinoamérica.
La inflación, la crisis social en Chile, los racionamientos bancarios, los coletazos de la pandemia y problemas logísticos a nivel mundial son algunos de los elementos que afectaron el crecimiento de la cadena.
En esta línea, trascendió que está citada la mesa redonda de Falabella el 8 de marzo, y en la que se hablaría del desplome de sus resultados y de la duda del liderazgo del CEO, Gastón Bottazzini.
Para el analista de Renta4, Guillermo Araya, no está del todo clara la visión estratégica de la compañía, y que el plan de lograr una conjunción físico-digital para diferenciarse no ha sido tan efectiva.
Especialistas señalan que queda poco de la “escuela retailera” orientada al consumidor con un servicio de excelencia y llegó un modelo más eficientista, más que financiero, que busca una digitalización acelerada.
Además, la agencia de clasificación de riesgo Fitch Ratings bajó su nota crediticia a ‘BBB’, con perspectivas negativas, al borde de perder el grado de inversión.
Pero puede ser que no todo esté perdido para Falabella. En Colombia, prevé invertir cerca de 386 mdd para potenciar las plataformas digitales, lo que incluye el lanzamiento de un nuevo portal en el país.
En México, apostará por un mayor crecimiento de las divisiones de hogar y financiera, con la asignación de más pies cuadrados en la tienda Sodimac, de las que abrió dos, una en la capital del país y otra en Saltillo.
/Con información de Diario Financiero y Retail Perú/