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Si Donald Trump ganara las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, su administración podría tener un impacto significativo en el mercado inmobiliario.

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Trump ha expresado su intención de reducir las tasas hipotecarias y flexibilizar las normas de construcción, con el objetivo de hacer las viviendas más asequibles y aumentar la oferta disponible. Sin embargo, algunas de sus políticas podrían tener efectos adversos en la asequibilidad de la vivienda.

 

Lo anterior es parte de un análisis de Refdin en el que señala que, Trump ha mencionado que presionaría para bajar las tasas de interés, pero la Reserva Federal opera de manera independiente y cualquier intento de influir en su política podría tener repercusiones negativas a largo plazo para la economía estadunidense. Además, Trump planea impulsar la producción energética interna para reducir la inflación y, en consecuencia, las tasas hipotecarias.

 

Sin embargo, los costos de la energía no son el principal factor de la inflación reciente, que ha sido impulsada por problemas en la cadena de suministro, la guerra en Ucrania y cambios en las preferencias de los consumidores durante la pandemia.

Flexibilización de regulaciones de construcción

Otra propuesta de Trump, mencionan los analistas, es reducir las barreras regulatorias para la construcción de nuevas viviendas, lo cual podría aumentar la oferta y frenar el crecimiento de los precios. Actualmente, las regulaciones impuestas por el gobierno representan alrededor del 24% del costo de construir una casa. Sin embargo, muchas de estas regulaciones son locales, lo que limita la capacidad del gobierno federal para influir en ellas.

Aumentos arancelarios

También, Trump ha propuesto aumentos arancelarios significativos, lo que podría tener un efecto inflacionario en Estados Unidos y provocar un aumento en las tasas hipotecarias. Por ejemplo, Goldman Sachs estima que los aranceles propuestos por Trump podrían aumentar la inflación en 1.1 puntos porcentuales, lo que obligaría a la Reserva Federal a mantener tasas de interés más altas, encareciendo así las hipotecas.

Reducción de la inmigración

 

Una política central de Trump es reducir la inmigración, especialmente en la frontera sur, lo cual podría disminuir la oferta laboral en la industria de la construcción y, en consecuencia, reducir la construcción de viviendas. Menos trabajadores disponibles significarían menos nuevas viviendas y posiblemente un aumento en los precios debido a la menor oferta, indicaron los expertos.

 

Recortes de impuestos

Podría además Trump buscar extender los recortes de impuestos aprobados durante su primer mandato, lo que podría reducir la demanda de viviendas en estados con altos impuestos locales y estatales. Además, extender estos recortes sin compensarlos podría aumentar el déficit federal, obligando a emitir más bonos del Tesoro y elevando las tasas de interés, incluidas las hipotecarias.

Reducción de la intervención gubernamental

Debido a que Trump favorece una menor intervención gubernamental, podría resultar en regulaciones más flexibles para los préstamos hipotecarios, facilitando el acceso a hipotecas, pero también aumentando los riesgos en el sistema financiero. Además, la privatización de Fannie Mae y Freddie Mac, apoyada por Trump, podría llevar a tasas hipotecarias más altas si estos títulos respaldados por hipotecas dejan de ser considerados como garantizados por el gobierno federal.

Y aunque Trump reconoce que la vivienda es demasiado cara y propone reducir las tasas hipotecarias e impulsar la construcción, sus políticas podrían tener efectos contrarios. El aumento de los aranceles y la reducción de la inmigración podrían encarecer las hipotecas y disminuir la construcción de nuevas viviendas, respectivamente.

 

La combinación de estas políticas podría hacer que la asequibilidad de la vivienda empeore bajo una segunda administración de Trump, marginando a más compradores potenciales del mercado inmobiliario, puntualizó Redfin.