En los últimos años, la vivienda usada ha ganado terreno en la Ciudad de México frente a la nueva, consolidándose como la opción preferida para la mayoría de los compradores.
Auge de la vivienda usada: una opción accesible
Uno de los principales motivos de este aumento en las ventas de viviendas usadas es la falta de oferta de nuevas propiedades asequibles, agregó la experta. Mientras que el costo promedio de una vivienda usada ronda los 2.5 millones de pesos, una nueva puede alcanzar los 6 millones, una diferencia significativa que muchas familias no pueden cubrir. Esto ha llevado a que el 52% de las transacciones inmobiliarias en la capital sean de viviendas usadas, ya que ofrecen un equilibrio más accesible entre costo y calidad de vida.
Becerra señala que este fenómeno está directamente relacionado con la falta de vivienda nueva a precios que se adapten al poder adquisitivo de la mayoría de la población. En un mercado donde los salarios no han crecido a la par que el valor de las propiedades, los compradores se ven obligados a buscar alternativas viables, encontrando en la vivienda usada una solución más acorde a su capacidad financiera.
Zonas de mayor demanda: la importancia de la ubicación
Otro factor que ha impulsado la compra de vivienda usada en la Ciudad de México es la ubicación. Las alcaldías Benito Juárez y Cuauhtémoc son las que concentran el mayor volumen de ventas, representando alrededor del 30% de las transacciones. Estas áreas destacan por su cercanía a centros de trabajo, servicios y una oferta amplia de transporte público, lo que las convierte en zonas altamente deseadas. La demanda en estas alcaldías es constante, a pesar de que el precio promedio de la vivienda es elevado en comparación con otras áreas de la ciudad.
Apreciación y oportunidades de inversión en el oriente de la CDMX
Si bien las zonas céntricas han mantenido una demanda constante, el oriente de la Ciudad de México ha destacado en los últimos años por su alta plusvalía, en especial en las alcaldías de Venustiano Carranza e Iztacalco. Según Becerra, estas áreas han mostrado un crecimiento en el valor de la vivienda de hasta un 45% y 30% en los últimos cinco años, respectivamente, lo que las convierte en zonas muy atractivas para los inversionistas.
Este crecimiento está impulsado por el aumento de la demanda de vivienda de segmento medio, donde los precios son más accesibles en comparación con el poniente de la ciudad, donde los valores pueden superar los 10 millones de pesos. En el oriente, la vivienda media ha experimentado una apreciación acelerada, lo que representa una oportunidad interesante para quienes buscan invertir en zonas con alto potencial de crecimiento.
Apreciación del valor de la vivienda usada a nivel nacional
La tendencia de crecimiento en el valor de la vivienda usada no es exclusiva de la Ciudad de México. A nivel nacional, el precio de estas propiedades ha registrado un crecimiento de casi el 10% anual. A pesar de no ser nuevas, las viviendas usadas mantienen una fuerte demanda, lo que impulsa su apreciación.
Según datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el valor de las viviendas nuevas aumentó un 10.5% anual, mientras que el de las usadas subió un 9.7 por ciento. Este comportamiento refleja que, aunque las viviendas usadas tienen un costo inicial menor, siguen siendo una inversión sólida debido a su capacidad de incrementar su valor con el tiempo. La demanda sostenida de este tipo de propiedades garantiza que, en muchos casos, los compradores puedan venderlas en el futuro a un precio más alto, manteniendo el atractivo del mercado.
Tipo de vivienda más buscado en la capital
Según Becerra, este segmento de vivienda es el que más ventas genera en la capital, con aproximadamente 1,100 unidades vendidas al año. Además, se tiene registrado que hay alrededor de 600 proyectos inmobiliarios en la Ciudad de México, con precios promedio de 3.2 millones de pesos y superficies de 73 metros cuadrados, lo que refleja un mercado en constante movimiento.
Cambios en la oferta de vivienda nueva
Finalmente, la experta destacó que el mercado inmobiliario de la Ciudad de México ha cambiado para adaptarse a las nuevas necesidades de los compradores. Un ejemplo de esto es la creciente oferta de viviendas sin cajón de estacionamiento, algo que hace años era impensable.
Hoy en día, las preferencias han cambiado y muchas familias priorizan vivir en zonas céntricas y caminables, donde el transporte público y los servicios están a la mano.
Este cambio en la oferta responde a una nueva realidad: las necesidades de movilidad han evolucionado, y los desarrolladores han tenido que ajustar sus proyectos para ofrecer productos que se alineen con esta tendencia. El resultado es una oferta inmobiliaria más enfocada en la funcionalidad y en el estilo de vida urbano que privilegia la cercanía a centros de trabajo, servicios y transporte, sacrificando elementos que antes eran indispensables, como el estacionamiento.