La manera en que las personas mayores viven y envejecen está cambiando en México. Lejos de los modelos institucionales tradicionales, comienzan a surgir comunidades residenciales diseñadas especialmente para esta etapa de la vida. Se trata de los desarrollos senior living, un modelo habitacional que ofrece entornos seguros, cómodos y socialmente activos, pensados para promover la autonomía sin renunciar a la atención médica.
Un hogar, no una institución
A diferencia de los espacios clínicos o residencias geriátricas, los proyectos senior living se desarrollan con una arquitectura que combina funcionalidad y calidez. Las viviendas están pensadas como hogares reales, con materiales acogedores, iluminación natural y áreas comunes que fomentan la convivencia. Cada elemento está diseñado bajo principios de accesibilidad universal, pero sin sacrificar el diseño.
Estas comunidades suelen ofrecer habitaciones privadas adaptadas, jardines, terrazas, salas comunes y consultorios médicos. También incluyen estaciones de enfermería discretas y zonas para cuidados temporales, todo integrado desde el diseño arquitectónico.
Tecnología y cuidado personalizado
Una de las características más innovadoras de este modelo es el uso de tecnología y analítica de datos para organizar la vida diaria. Las actividades, horarios de alimentación, visitas familiares y rutinas se ajustan según las necesidades reales de cada residente. Incluso se planean espacios para celebraciones o momentos privados, en función de los niveles de energía, salud y preferencias de los habitantes.
Espacios pensados para todos
La inclusión es un eje central en estos desarrollos. Se consideran diferentes capacidades físicas, sensoriales y cognitivas, eliminando barreras para personas con movilidad limitada, problemas visuales o auditivos. El objetivo es que cualquier persona, sin importar su condición, pueda moverse libremente, con seguridad y dignidad.
Además, estos proyectos cumplen con estrictas normativas, tanto de construcción como sanitarias, incluyendo requisitos equivalentes a los de un hospital, bajo supervisión de autoridades como la Cofepris.
“En los proyectos de senior living, cada elemento arquitectónico se justifica desde la funcionalidad, priorizando un entorno donde todas las personas puedan moverse con libertad y seguridad, sin importar las limitaciones que enfrenten”, comenta Gerardo Cázares, director de desarrollo de negocio de Page en México, empresa global de arquitectura, ingeniería y diseño estructural.
Una tendencia con futuro
Ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Querétaro y Puebla ya registran el desarrollo de comunidades senior living. Detrás de estos proyectos están firmas especializadas en arquitectura y salud, que colaboran para crear entornos sostenibles, urbanos y eficientes.
Como afirma Javier Gutiérrez, director de Proyectos y Desarrollos de JLL México: "La arquitectura puede transformar la experiencia de vida en la vejez, creando comunidades seguras, accesibles y emocionalmente significativas".
El senior living no solo es una alternativa habitacional: Es un cambio de paradigma sobre cómo vivir bien, incluso en la última etapa de la vida.