El ciclo de recortes iniciado por la Reserva Federal marca una fase más expansiva en los mercados financieros y fortalece el atractivo de los activos inmobiliarios en ese país.
Para los expertos de la plataforma de inversiones inmobiliarias en Estados Unidos, la baja en tasas, junto con una inflación más controlada, está estimulando tanto el mercado crediticio como la demanda de activos inmobiliarios, particularmente en el segmento multifamiliar.
Y para los inversionistas mexicanos, la fortaleza del dólar continúa representando una ventaja estratégica. Su papel como moneda de reserva global lo convierte en un escudo natural frente a la depreciación del peso y a la volatilidad regional. “Invertir en una moneda sólida no es solo diversificación; es preservar el valor del patrimonio en el tiempo”, señaló Mariza Alvarado, directora comercial de Dividenz.
En un contexto en el que los ciclos económicos pueden ser inciertos, mantener parte del capital en dólares permite blindar el poder adquisitivo y equilibrar los riesgos del portafolio, afirmaron.
La demanda por vivienda en renta sigue creciendo, impulsada por generaciones más jóvenes que enfrentan mayores dificultades para adquirir vivienda propia tras varios años de tasas elevadas. Esta tendencia estructural ha reforzado al mercado de arrendamiento como uno de los pilares del sector inmobiliario en Estados Unidos.
Este nuevo ciclo monetario abre oportunidades atractivas para los inversionistas mexicanos que buscan rendimientos en dólares con riesgo acotado, afirman los especialistas de Dividenz.


