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Durante muchos años en México, las vecindades fueron los núcleos emergentes de hábitat que se construyeron por miles, principalmente en la Ciudad de México, y que fueron los espacios a donde llegaron las familias de la década de los años 40 a los 70, para alimentar la fuerza laboral de lo que se llamó “el milagro mexicano”.

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Una característica era que las rentas eran congeladas, de acuerdo a la situación económica que permitía el Estado mexicano para apoyar a los que venían a asentarse y que poblaban rápidamente a la capital. El gobierno pronto se dio cuenta de su potencial, y empezó a edificar los grandes multifamiliares, que en cierto sentido, también fueron los detonantes de la verticalización en América Latina.

Actualmente, a los diversos proyectos de vivienda en renta carecen de diversos marcos normativos para que puedan encontrar las condiciones para que tengan un nuevo boom en nuestro país. Uno de ellos es el rubro de los impuestos, ya que según la OCDE el Impuesto Sobre la Renta (ISR) es de los más altos en nuestro país, ya que está en un rango de 30%, mientras que en el promedio de los países que están en la organización es de 24%, “lo que desalienta la inversión”, advierte el organismo.

“El Impuesto Sobre la Renta es un impuesto todavía alto. Es un impuesto que en la mayoría de los casos tiene un impacto en el negocio de la vivienda en renta; el impuesto predial y el mantenimiento de los inmuebles a veces en algunos casos incide de manera tan fuerte, que de cada peso que entra por concepto de rentas, 50 centavos se van a pago de impuestos, derechos y mantenimiento de los inmuebles”, destacó Alejandro Kuri Pheres, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).

Sin embargo, destacó que en cuanto a la vivienda en renta en México hay buenas noticias al respecto, ya que los grandes fondos de inversión inmobiliaria están ahora con la mira en la inversión inmobiliaria de vivienda en renta, en el que están latentes proyectos incluso para los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras): “Ese es el gran reto para los próximos 10 años. Me refiero a las Fibras y a los fondos de inversión extranjeros cuyo principal objetivo es la construcción de vivienda nueva en renta. Actualmente hay grandes desarrollos inmobiliarios destinados a la renta”.

Dijo que lo que en su momento fueron los grandes multifamiliares impulsados por el Gobierno Federal y el gobierno local, para proveer de vivienda en renta a cientos y miles de familias con ese tipo de proyectos, en la actualidad, ante la gran demanda de hábitat en las ciudades, se tiene que actualizar este concepto y adaptarlo a la nueva realidad nacional.

“Estos grandes fondos de inversión inmobiliaria se dieron cuenta de este nicho de mercado. Hay que cerrar la pinza con las reformas fiscales necesarias para que este sector inmobiliario sea más atractivo”, destacó.

Si se atiende este nicho, subraya, se estarían en condiciones de mejorar esta ecuación haciendo más apetecible el negocio para los grandes fondos de inversión. “Esto generaría un círculo virtuoso, porque no solo genera utilidades para los fondos de los inversionistas, sino también fuentes de trabajo en la construcción, en el área del mantenimiento, y en la propia operación de los inmuebles que requieren de una gran cantidad de recursos humanos para su funcionamiento y administración”.

Durante un desayuno con medios, Kuri Pheres señaló finalmente que la vivienda en renta es un nicho de mercado estupendo que hay que tener en la mira.