El turismo del bienestar vive un auge sin precedentes a nivel global, impulsado por una nueva generación de viajeros que buscan experiencias transformadoras, equilibrio personal y salud integral durante sus desplazamientos.
México, potencia latinoamericana en bienestar
En Latinoamérica, México se posiciona como el principal referente en turismo de bienestar y el décimo destino a nivel global. Solo en 2024, el país recibió 45 millones de turistas internacionales, de los cuales 1.7 millones viajaron motivados por experiencias de bienestar. Este segmento crece a un ritmo acelerado: se proyecta un aumento anual del 17% hasta 2028, casi el doble del promedio mundial.
Luis Ruiz, socio de Onirius Hospitality Advisors, explicó: “El turismo de bienestar no es una moda pasajera, sino una integración estructural en el sector hotelero. Hoy, el turista internacional prioriza mantener su salud mientras viaja, y en algunos casos, incluso viaja especialmente para mejorar su bienestar y potenciar su reconexión personal”.
Solo en 2024, este tipo de visitante generó más de 3,100 millones de dólares en México, con los hoteles y sus spas concentrando el 50% de los ingresos del segmento.
El nuevo perfil del viajero: salud, reconexión y propósito
Los viajeros de bienestar gastan en promedio 2,500 dólares por viaje, es decir, 64% más que el turista convencional, y participan en programas que pueden costar entre 4,000 y 12,000 dólares, dependiendo del nivel de personalización y los servicios incluidos.
En México, muchos hoteles han comenzado a incorporar programas integrales que combinan nutrición, fitness y tratamientos personalizados, aprovechando la riqueza natural y cultural del país como un diferencial clave para atraer a este tipo de visitantes.
Estrategias hoteleras para un mercado en expansión
Además, es esencial implementar modelos sostenibles, enfocados en la eficiencia energética, la conservación del entorno y la rentabilidad a largo plazo. Estas prácticas no solo atraen a viajeros conscientes, sino que también fortalecen la reputación y competitividad de las marcas hoteleras.
Otra oportunidad en crecimiento es la de los bienes raíces Wellness, un sector valuado en 514 mil millones de dólares a nivel global, con un crecimiento proyectado del 15.8% anual hasta 2028. Este modelo combina el diseño arquitectónico, la sostenibilidad y la oferta de bienestar como eje central del negocio hotelero.
Autenticidad local con visión global
Más allá de la infraestructura, Onirius destaca la importancia de crear proyectos con identidad propia, capaces de reflejar la cultura local y, al mismo tiempo, responder a las expectativas del viajero internacional.
También, la firma subraya la relevancia de integrar propuestas híbridas que combinen conceptos hoteleros con residencias de marca (“Branded Residences”) vinculadas a experiencias wellness.
“Hoy, integrar el descanso, la nutrición y el deporte durante un viaje ya no son una tendencia, son un estándar mínimo para el viajero. Aquellos desarrollos inmobiliarios de México que logren integrar y combinar conceptos hoteleros y de ‘Branded Residences’ junto con una oferta integral de Wellness, ofrecerán un valor único, posicionándose como líderes en el mercado inmobiliario”, concluyó Ruiz.