El marco económico que el gobierno federal planeta para el año 2020 es optimista, con una expectativa de crecimiento promedio por encima del consenso de analistas. Por su parte, especialistas prevén un repunte optimista de extracción de crudo, así como la relajación de la disciplina fiscal al reducir el objetivo de superávit primario.
En los Pre-Criterios General de Política Económica para 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) plantea un rango de crecimiento de entre 1.5 y 2.5%, con un escenario puntual de 2%. En contraste, la encuesta mensual de Banxico más reciente lo ubicó en 1.47% y la quincenal de Citibanamex en 1.3 por ciento; en ambos casos en el consenso de analistas prevén un crecimiento menor que el gobierno federal.
De acuerdo con un análisis de BX+, “la estimación del PIB y la producción de petróleo (1.95 millones de barriles diarios) superan nuestras expectativas, y están basadas en que la demanda externa se mantendrá estable, así como en que la dinámica de la inversión y el consumo interno mejorarán, por un lado; y, por el otro, que Pemex cumplirá sus metas de producción. En función de ello, se prevé contar con más ingresos tributarios y petroleros, aunque la contracción en no tributarios, al no contarse con los aprovechamientos del Fondo de Estabilización presentes en este año, genera que el total de ingresos sea menor a lo que se estima para el año en curso.
“Sin embargo, el balance de riesgos para el crecimiento económico presenta diversos riesgos (incertidumbre política y comercial, desaceleración en Estados Unidos), mientras que agencias calificadoras han indicado que se requeriría mayor inversión para cumplir el objetivo de extracción de crudo. La actividad económica rebotaría en 2020 contra 2019, pero posiblemente un poco por debajo del punto medio estimado; al igual que los ingresos del soberano, incluso considerando las medidas anunciadas para mejorar la recaudación (retención de intereses, sanciones a evasión fiscal, etc.)”.
En materia de Finanzas Públicas, el gobierno propone un superávit primario de 0.7% para 2020, menor al 1% de 2019. Al respecto, BX+ señaló que “un relajamiento temporal en las metas fiscales podría otorgar oportunidad al Gobierno para normalizar la aplicación del gasto, y evitar que este siga limitando a la actividad económica sin afectar necesariamente la calificación crediticia del Gobierno Federal, siempre y cuando no se abandone el compromiso de responsabilidad hacendaria ni se altere significativamente la tendencia de las razones de endeudamiento.
Sin embargo, las estimaciones de ingresos pueden ser incumplidas con un alto grado probabilidad, pues la atonía en el crecimiento podría extenderse por la elevada incertidumbre interna y externa, mientras que la inversión en exploración de crudo es considerada por algunas calificadoras como insuficiente para lograr recuperar la meta de producción, lo que implicaría que disminuyan los ingresos o que se transfieran más recursos a Pemex (incremento en gastos); adicionalmente, la volatilidad en tipo de cambio y tasas de interés podría alterar el costo financiero”.