Tanto entre analistas del sector privado como en organismos locales e internacionales predomina una visión muy cauta en cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el presente y el siguiente año.
Este es el segundo recorte que hace el banco central en su pronóstico de crecimiento para 2022, en esta ocasión estableció un rango de entre 1.6 y 2.8%. Para 2023 prevé un crecimiento de 2.4 por ciento.
De acuerdo con el banco central, “la revisión es principalmente originada por choques externos. Con respecto de los factores de riesgo se encuentran la menor demanda externa, mayores problemas en las cadenas de suministro, y condiciones financieras más astringentes, así como la debilidad de la inversión” afirmó un análisis de Intercam.
Agregaron que “a nivel interno, aunque el entorno es más favorable con respecto al virus y se espera mejoría de la demanda interna, algunos sectores de la economía aún enfrentarán retos de crecimiento. A este respecto, Banxico cita la producción petrolera como uno de ellos. En suma, la economía mexicana no recuperará sus niveles de actividad pre- pandemia sino hasta el 1T23”.
Por lo que respecta al consenso de analistas, a lo largo del año han venido corrigiendo a la baja su perspectiva de crecimiento, toda vez que la encuesta mensual que elabora el mismo Banxico, entre analistas del sector privado, disminuyó desde 2.77% en diciembre de 2021 a 1.72% en el pasado mes de abril, como nivel mínimo, aunque en la encuesta correspondiente a mayo se observó una mínima corrección a 1.8 por ciento.
Por su parte, la más reciente encuesta quincenal que elabora Citibanamex, indicó que para 2022, las expectativas de crecimiento permanecieron en 1.8%, con un rango de pronósticos que va desde 1.2 a 2.3%. Para 2023, el consenso estima el crecimiento económico en 2.0 por ciento.