Los cambios realizados en el proyecto del Tren Maya elevaron su costo a 180,000 millones de pesos (mdp), un 30% más respecto del monto registrado ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), sin embargo, no significa que existan fallas en la planeación.
“El costo total se va a ir a 180,000 millones de pesos, seguramente, porque aumentó el alcance, pero estamos dentro de un parámetro razonable todavía y será rentable por los negocios de turismo y carga”, mencionó Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur),
Hasta diciembre del 2020, el Tren Maya mantenía un requerimiento de inversión de 156,000 mdp, monto que también era 12% superior a los registros del inicio del 2020, cuando era de 139,000 mdp, pues aún no se consideraba el costo de la electrificación del proyecto.
En este sentido, dijo el funcionario, los cambios consideran que la mitad del tren será eléctrico, por lo que no funcionará al 100% con diésel, y para lo cual se requiere de otro material rodante; además, el atractivo tramo de Cancún, en Quintana Roo, será elevado, porque es la mejor opción.
Jiménez Pons reconoció que tiene una ´gran presión’ para terminar el tren en cuatro años y que el plazo ideal para la construcción de un proyecto de la magnitud planteada sería de siete años.
“El parámetro de planeación y de proyectos de ingeniería básica es muy estrecho en México. En otros países en desarrollo toman más de diez años. En Inglaterra lleva seis años la planeación y ejecución, es otra situación política”, comentó.
El funcionario añadió en entrevista con El Economista que aún se evalúa si las fuerzas armadas mexicanas serán las encargadas de la operación del tren y si van a construir algunas de las estaciones para acelerar la construcción.