En un esfuerzo conjunto por promover la sostenibilidad y el desarrollo comunitario, la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (AMEFIBRA), Energía Real y Fundación Tláloc se unieron para transformar el Centro Holístico de Capacitación de San Mateo Capulhuac, Estado de México.
“Con una aportación de 700 mil pesos, AMEFIBRA ayudó a colocar las instalaciones hidráulicas, de almacenamiento y sanitarias, así como a modernizar la infraestructura eléctrica del Centro Holístico de Capacitación de la comunidad otomí de San Mateo Capulhuac, Otzolotepec, México”, dio a conocer.
Las instalaciones hidráulicas y de almacenamiento de agua garantizarán la continuidad de las actividades como el cultivo de hortalizas y la recepción de grupos de personas que disfrutan de la Experiencia Tláloc en el CHC.
Adicionalmente, el ahorro económico generado por la central les permitirá el mantenimiento y realizar mejoras en sus instalaciones, continuar con las capacitaciones e incorporar a más personas de la comunidad de San Mateo Capulhuac al proyecto de desarrollo integral.
Al desplazar más de 7 toneladas de CO2 al año, esta iniciativa contribuye a la lucha contra el cambio climático y mejora la calidad de vida de los habitantes.
“Para AMEFIBRA este tipo de actividades son de suma importancia y nos ayudan a materializar las estrategias de sustentabilidad que cada una de las Fibras que conforman la asociación vienen trabajando a fin de apoyar a la preservación del medio ambiente y al desarrollo del tejido social”, dijo Karen Mora, presidenta del comité de sustentabilidad de la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias.
Cabe mencionar que esta es la tercera ocasión que Energía Real entrega en donación una planta de generación distribuida como parte de su compromiso sostenible con la comunidad.
Previamente, ha donado una planta de 20.5 kWp a la Fundación Arena en Guadalupe, Nuevo León, y una central de 23.8 kWp a la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC) en la Ciudad de México.
“Agradecemos a AMEFIBRA y a Energía Real por su apoyo. Tener un CHC que funcione con energía limpia y que cuente con una infraestructura eléctrica eficiente permite que esta comunidad otomí de San Mateo Capulhuac, y sobre todo las mujeres, accedan a programas de capacitación y alternativas de trabajo en la propia comunidad, lo cual es un verdadero ejemplo de transición energética justa”, dijo Carlos Mendieta, de Fundación Tláloc.