La actividad inmobiliaria en México detona la reactivación económica y la generación de empleo, por lo que es importante mantener la confianza y las inversiones de los desarrolladores para apoyar la recuperación en las entidades, como en Quintana Roo. Así lo estimaron la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) y el gobierno de Quintana Roo, durante una videoconferencia para analizar el panorama económico que atraviesa el país y la entidad ante la contingencia por el COVID-19.

En este contexto, el gobernador Carlos Joaquín González indicó que Quintana Roo ha sido fuertemente impactado por la pandemia, particularmente en el turismo, su principal actividad económica. Y explicó que a través del Plan #JuntosSaldremosAdelante, se han implementado acciones graduales, ordenadas y responsables, que irán marcando el ritmo de la reactivación; entre ellas la de la construcción, acorde al semáforo estatal epidemiológico alineado a la metodología del gobierno federal.

Referente al papel que la ADI puede tomar para ayudar en la recuperación y el desarrollo de la entidad, el funcionario dijo que “es fundamental que mantengan su confianza en la inversión en el estado, que echen a andar sus diversos proyectos de inversión y que todos ellos cumplan con las normas que deben tenerse, principalmente en materia ambiental”.

Por su parte, Enrique Téllez Kuenzler, presidente de la asociación, destacó la relevancia de Quintana Roo como una entidad prioritaria para la actividad inmobiliaria, en la que varios de los socios ADI tienen importantes inversiones que son creadoras de miles de empleos. Señaló que solo en el 2019 el sector generó más de 80 mil fuentes de trabajo en la localidad, de los cuales 39 mil fueron formales y 41 mil informales; y adelantó que estiman cerrar el 2020 con inversiones en el estado por encima de los mil 800 millones de dólares.

Téllez Kuenzler añadió que a nivel nacional, los sectores relacionados con la actividad inmobiliaria generaron más de 3.1 millones de empleos directos y 1.4 millones de indirectos, durante el 2019; que sumados a los 1.9 millones permanentes correspondientes a los inquilinos de los inmuebles, superan las 6.4 millones de fuentes de trabajo.