En los últimos años, el aumento en los precios de las viviendas en México ha sido una barrera para que los jóvenes logren hacerse de un patrimonio, expuso Enrique H. Luna Gutiérrez, coordinador de la licenciatura en Contador Público Internacional y Finanzas en CETYS Universidad, campus Mexicali.
De acuerdo con el experto de CETYS, una persona interesada en adquirir una propiedad con un valor de 2.5 millones de pesos necesitaría un enganche del 20%, lo que equivale a 500 mil pesos. Con una tasa de interés promedio del 9% y un plazo de 20 años para el crédito hipotecario, los pagos mensuales ascenderían a aproximadamente 20 mil pesos.
“Este monto es considerablemente alto y requiere que el comprador dedique una parte significativa de su vida laboral al pago de la hipoteca, sin contar los posibles imprevistos que podrían retrasar o dificultar el cumplimiento de sus obligaciones financieras, como la pérdida de empleo,” comentó Enrique Luna.
Las opciones disponibles para quienes buscan financiar la compra de una vivienda son los créditos hipotecarios ofrecidos por bancos y el crédito Infonavit, cada uno con sus propios beneficios y limitaciones.
Sin embargo, esta última opción puede reflejar una situación económica inestable, donde una sola persona no puede cubrir por sí misma los costos de una vivienda.
Otra alternativa en el mercado inmobiliario incluye la compra de propiedades a través de cesión de derechos o inmuebles en remates bancarios, aunque estos métodos suelen estar asociados con retos y reflejan la incapacidad de algunos propietarios para continuar con sus pagos.
“Aunque los créditos hipotecarios son una herramienta valiosa para la adquisición de vivienda, las opciones de copropiedad pueden resultar alarmantes, ya que indican que una sola persona podría no contar con los recursos necesarios para cubrir estos gastos por sí misma”, dijo.