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Las políticas comerciales entre México y Estados Unidos, así como la dinámica del nearshoring, fueron determinantes para los resultados del sector inmobiliario en 2024.

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El 2024 resultó un mal año para los fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibras) desde el punto de vista de rendimientos. El referente S&P/BMV Fibras concluyó el año con una caída de 15.5% en comparación con el año anterior.

 

Aunque se situaron estos resultados por debajo de las expectativas, son el reflejo de un año marcado por incertidumbres tanto en el terreno económico global como local, con factores como el nearshoring y las políticas comerciales entre México y Estados Unidos jugando un papel clave.

 

No obstante, a medida que nos adentramos en 2025, las perspectivas son más optimistas. Aunque persiste un ambiente de cautela, se prevé una recuperación paulatina que podría traer consigo oportunidades significativas, especialmente en ciertos sectores clave, consideró Roberto Solano, gerente de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Monex.

El retroceso observado en el Índice de Fibras durante 2024 no sorprende si se considera el contexto de incertidumbre económica y los ajustes necesarios en la estructura del mercado, consideró.

“Se cumplió nuestra visión 2024, año donde anticipábamos una expansión estratégica y posibles fusiones (recordando la transacción de los activos de Terra). El apetito internacional por los mercados accionarios mexicanos se recuperaría una vez que exista una mayor visibilidad económica y comercial”, dijo el especialista.

 

Recordó que el sector industrial se mantuvo más resiliente, impulsado por la dinámica de nearshoring, que continúa atrayendo inversiones, especialmente en el norte de México, donde las condiciones de infraestructura y mano de obra son cada vez más atractivas para las empresas internacionales.

 

Con respecto al sector comercial, el entorno fue mixto. Mientras que la inflación más moderada y el crecimiento de remesas y programas sociales proporcionaron algo de alivio.

 

 

Este comportamiento refleja cautela, la cual podría persistir durante los primeros meses de 2025, aunque la tendencia parece estar cambiando conforme las empresas ajustan sus expectativas y la normalización post-pandemia impulsa a los sectores de oficinas.

 

Se perfila este 2025 como un periodo de consolidación y crecimiento, particularmente en el sector industrial, que se mantiene como el favorito de los inversionistas.

 

Y con la reapertura de cadenas de suministro globales y la continuación del nearshoring, es probable que las inversiones en infraestructura y logística sigan con un crecimiento sostenido.

“Durante 2025, será clave evaluar los recortes en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (FED) y el Banco de México (Banxico); una inflación a la baja en Estados Unidos, pero con retos en México, aspecto clave para las renovaciones del área bruta rentable”, añadió Roberto Solano.