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El mercado de oficinas en la capital del país experimentó un cambio relevante en el perfil de sus inquilinos durante el segundo trimestre del año, con un repunte en la demanda por parte del sector tecnológico y una marcada salida de dependencias gubernamentales.

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De acuerdo con el reporte trimestral de Cushman & Wakefield (C&W), sobre el mercado corporativo, la demanda neta en edificios clase A sumó 84 mil 800 metros cuadrados en el primer semestre, una señal del interés creciente por espacios que ofrecen instalaciones modernas, alta tecnología y amenidades de primer nivel.

Esta dinámica ha favorecido especialmente a los submercados del área central de negocios —como Reforma y Polanco— donde se concentra la mayor oferta disponible de inmuebles premium.

 

Señala el informe que mientras el gobierno ha reducido su presencia en edificios corporativos desocupando bloques importantes de espacio, las empresas de tecnología han tomado la delantera como los principales generadores de nueva demanda. Estas compañías buscan oficinas con especificaciones técnicas avanzadas, eficiencia energética y ubicaciones estratégicas para su fuerza laboral híbrida.

 

Hablando en cifras, los submercados centrales concentraron 76 mil 359 m² de absorción, frente a solo 6 mil 317 m² en zonas periféricas. Además, el 60% de los nuevos contratos se realizaron en zonas centrales y el 68% en edificios clase A, cifras que contrastan con los niveles de hace una década, cuando solo el 44% de las transacciones ocurría en el área central.

 

 

C&W también destaca que el uso de oficinas se ha estabilizado bajo nuevos esquemas organizacionales, donde el trabajo híbrido ha reducido el espacio requerido por empleado en aproximadamente un 30% respecto a años anteriores. Esta evolución ha hecho que los usuarios sean más selectivos y exigentes al momento de elegir espacios, priorizando eficiencia, sustentabilidad y conectividad.

 

Finalmente, aunque el entorno macroeconómico presenta incertidumbre —con inflación al 4.5% y proyecciones de crecimiento del PIB de apenas 1.3% para 2025— la confianza empresarial se mantiene y podría traducirse en nuevas inversiones.

Sin embargo, el panorama actual, que ha sido favorable para los inquilinos por varios años, podría cambiar en el corto plazo si se consolida la contracción del inventario en desarrollo, que hoy suma apenas 412 mil 594 m², menos de un tercio de lo registrado hace siete años.