A pesar de los vientos adversos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la incertidumbre del T-MEC, las presiones migratorias, la inseguridad, el auge de movimientos populistas y la falta de crecimiento económico, en 2018 y 2019, los espacios industriales de calidad han seguido disfrutando de una sólida demanda en México.