Los beneficios que proporciona el nearshoring a México en materia de inversiones no pasan desapercibidos, pero en un año electoral como 2024, éstas se frenarían, considera Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America (BofA) en el país.
Tanto el proceso como el resultado de la elección frenarían los anuncios de inversión, pues los inversores interesados en invertir en fábricas preferirían esperar unos meses, hacia finales de 2024 o inicios de 2025, con más información para los siguientes años, sostuvo Capistrán.
En Estados Unidos el panorama sería diferente porque las últimas dos administraciones federales han mantenido la estrategia de guerra comercial con China, por lo que se prevé que la tendencia del nearshoring continuará, de acuerdo con una nota de Expansión.
Durante 2023 las importaciones desde México alcanzaron los 475,600 millones de dólares (mdd), superando los 427,200 mdd de compras a China. El año pasado el déficit de bienes de Estados Unidos con México aumentó a 152,400 mdd, mientras que con China disminuyó a 279,400 mdd.
Así, subrayó Capistrán, no debe perderse de vista que las inversiones que lleguen al país por el nearshoring no darán frutos en el corto plazo, sino a lo largo de los años, desde el anuncio hasta que se echen a andar los proyectos como la planta de Tesla en Nuevo León, que aún no comienza.