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Standard & Poor’s rebaja la calificación de Grupo Gicsa de 'mxB' a 'mxCC', reflejando una situación económica precaria. Destaca que los nuevos términos de la emisión GICSA son menos favorables y podrían considerarse un evento de incumplimiento si se completan.

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Después de que Grupo Gicsa, dedicada al desarrollo y operación de inmuebles comerciales y de usos mixtos, acordó con los tenedores de sus bonos reestructurar y modificar los términos y condiciones de sus emisiones de deuda emitidas en el 2016 y 2018, la agencia calificadora Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) opina que estos cambios son desfavorables en comparación con los términos originales.

 

Por lo que la calificación de la empresa ha pasado de 'mxB' a 'mxCC', marcando una caída en la escala de activos de grado especulativo o de alto riesgo por su frágil situación económica.

 

La calificadora también ha modificado la perspectiva de las calificaciones crediticias de Grupo Gicsa, cambiándola de "estable" a "negativa".

“Consideramos que los términos y condiciones acordados con los tenedores de la emisión GICSA son menos favorables que los términos y condiciones originalmente pactados. Esto debido a que involucran, entre otros, un cambio de deudor, así como una modificación en la tasa y en el plazo de los certificados, y que los montos adeudados al amparo de su título se dividan en dos porciones, incluyendo una subordinada”, expuso la calificadora.

 

Agregó que esta reestructura, de completarse, constituiría un evento de incumplimiento bajo su metodología.

 

También, considera que las negociaciones ocurren al tiempo que GICSA presenta una estructura de deuda insostenible en el mediano plazo.

 

 

Lo anterior aunado a que la reestructura propuesta está sujeta al pago anticipado del saldo insoluto de los bonos emitidos en el 2018 y la consecuente liberación de garantías, entre otras condiciones.

Esta decisión se produce en un contexto en el que la empresa ha estado reestructurando sus finanzas desde finales de 2021, tras el impacto de la pandemia de COVID-19.

Los acuerdos, alcanzados en asambleas extraordinarias el 7 de octubre, incluyen la liberación de la empresa de sus obligaciones relacionadas con los bonos citados.

 

A cambio, Gicsa se comprometió a que el pago de los certificados dependerá únicamente de las 38 unidades del proyecto residencial Cero5Cien, situado en Santa Fe, y de los activos vinculados a este proyecto.

 

Se modificaron además las condiciones de capitalización de los intereses para el periodo 2023-2025, estableciendo una tasa de 12.5% a partir de 2026.

La reestructuración de los certificados contempla dos series: una preferente que representa el 70% del valor de la emisión y otra subordinada con el 30% restante, donde la serie preferente será prioritaria en el pago.

S&P advirtió que, aunque las unidades del proyecto son de alto valor, la rapidez de su venta es incierta debido al actual entorno macroeconómico complicado.