Durante este periodo, la absorción neta de oficinas clase A alcanzó los 111,036 metros cuadrados, mientras que la demanda total, incluyendo edificios de todas las categorías, sumó 120,171 metros cuadrados. Este crecimiento sugiere una absorción positiva en edificios de clase B y C, indicando que la preferencia por edificios de mayor calidad sigue en tendencia.
Por tipo de industria, los analistas mencionaron que la demanda se muestra bastante heterogénea, pero en la primera mitad del año las empresas de tecnología y los centros de contacto han tenido una presencia relevante.
En términos de oferta, señaló que el volumen de proyectos en construcción continúa disminuyendo, situándose en poco más de 350,000 metros cuadrados, una cifra significativamente menor a los promedios anteriores al 2019. Este descenso en la construcción, combinado con una demanda aun recuperándose, sugiere un equilibrio próximo en el mercado, ofreciendo buenas oportunidades para los nuevos edificios que están siendo terminados.
Además, se observa un aumento en la reconversión de edificios de oficinas a usos habitacionales, médicos y educativos, con más de 200,000 metros cuadrados en desarrollo. Aunque esta cifra aún es pequeña en relación con el inventario total, está ganando relevancia.
La perspectiva a futuro muestra un uso continuo de oficinas bajo nuevos esquemas organizativos, con una mayor flexibilidad en el uso de espacios y un aumento en la prevalencia de empleos móviles. Los avances tecnológicos y de diseño prometen la construcción de edificios de oficinas aún más eficientes y atractivos en la Ciudad de México, puntualizó Cushman & Wakefield.